Este fin de semana fui de Jaén a Málaga en autobús, pasando por Granada. Hacía muchos años que no viajaba en bus. Diez más o menos, desde que tenía que hacerme el trayecto Almadén-Ciudad Real para estudiar en la universidad.
La verdad es que me sorprendió gratamente: buenas carreteras, autobuses decentes y estaciones nuevas (aunque la de Jaén parecía una del Líbano). En Granada había carteles de llegadas/salidas como en los aeropuertos y el ticket se podía comprar en las taquillas de la estación.
Cuando yo era estudiante nunca sabias muy bien la hora a la que salía el autobús, los ticket se compraban dentro del autobús y se asemejaban a los que te dan en la charcutería, las carreteras eran (y son en Ciudad Real) malas, los vehículos están envejecidos y la compañía son puñados de ancianos que van a visitar a su hija, nieta o similar.
Supongo que el país esta cambiado.